Si José fuera mi alumno...
No se trata de excluir si
no de incluir, de formar personas libres de prejuicios y llenas de valores, que
reflexionen y sean sensibles a la situación, no serviría de mucho realizar
adecuaciones curriculares si el niño se encuentra en un contexto donde se
sienta rechazado. “Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo
normal, no será necesario hablar de inclusión, sino de convivencia”.
Posteriormente canalizar
al niño con USAER o en su defecto con alguna institución que pueda ayudarnos
como padres y docente para llevar un seguimiento y cuidados preventivos con la
finalidad de lograr aprendizajes y no poner en riesgo al alumno, así mismo
hacer conciencia en el educando sobre su salud, pero no dejar de lado la motivación
y con esto él se sienta útil y se proponga metas.
Algunas actividades que implementaría,
no sólo con él si no con el resto del grupo serían las siguientes:
S.
Posición de la lengua:
Apoyar la punta de la lengua sobre la cara interna de los
dientes de debajo de tal forma que los lados de la lengua toquen las muelas de
arriba, abrir un poco la boca dibujando una leve sonrisa que es por donde debe
salir el sonido de la “S” imitando a una serpiente.
M.
Canciones o poesías:
Canciones que incluyan mucho la letra “M” así practicará
de una manera inconsciente.
P.
Trabalenguas:
Hacer uso de trabalenguas que incluyan mucho la letra “P”
La mayoría de os docentes
sienten temor al enfrentarse a este tipo de situaciones como la de José y
olvidan que es parte de su labor docente cuando de verdad se tiene vocación
para buscar la mejora de sus alumnos.
El Plan y Programas de
estudio 2017 marca que el docente debe identificar esas barreras de aprendizaje
con el fin de aplicar estrategias de enseñanza-aprendizaje adecuadas a las
necesidades, así mismo promover la inclusión y reducir la desigualdad.
Josheline Karely Carrillo Guadarrama
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